YO SOY UN ANIMAL CHILENO o cómo Facebook me reconecta XD

Parte del proceso que es estar lejos de mi gente, de mi tierra es empezar a percibir con menos cinismo y sentir con mayor honestidad temas que anteriormente se me hacían repetitivos y hasta burdos. Ejemplo de esto es un video que vi en Facebook (mi principal medio de comunicación con Chile) donde distintas personalidades nacionales expresaban su adhesión hacia el vegetarianismo, abogando de que por ser ellos mismos animales no les es posible comer carne. ( VIDEOS EN BARRA DERECHA). El video me llamó la atención ya que me trajo muchos recuerdos de mis últimos dos años en Chile, cuando poco antes de que mi papá tuviese que se operado yo había optado por convertirme no tan solo en una vegetariana, sino en una vegana radical. Para los que no están familiarizados con la diferencia entre veganismo y vegetarianismo, podría resumirles en términos simples que el vegetarianismo es la denominación general que se le da a las dietas en que no se consumen productos animales. El veganismo en este caso sería la forma más radical del vegetarianismo, ya que no se consume NADA de origen animal ( ningún lácteo, ni huevos, ni miel, etc). Las razones por las cuales la gente podría optar por esta dieta tan radical son varias. Están los que llevan el asunto de crueldad al extremo y aseguran que consumir miel afecta a las abejas o que la leche se obtiene a partir de técnicas dañinas para la vaca. Por otro lado existen personas que creen que los productos de origen animal en la actualidad se encuentran sobrecargados de hormonas y medicamentos, por lo que su consumo a largo plazo afectaría nuestra salud de alguna u otra manera. Y en última instancia hay gente que cae entre estas dos razones para justificar su transformación hacia el veganismo. Como yo. Sí, me daba pena pensar en la matanza de animales inocentes pero no como para hacerme parte de Greenpeace. y no ser capás de comer carne si es que me encontraba en una situación límite como en un bosque. La carne en sí misma no me daba asco, como dicen algunos no carnívoros, ni tampoco me producián naúseas los huevos o la leche. De hecho me encanta comer esas cosas. Pero lo que encontré maravilloso una vez que comencé mi breve travesía por el veganismo fue lo bien que me sentía ( en un comienzo). Tenía más energía y me sentía satisfecha con menos. Mi trance hippie duró sus buenos dos meses hasta que me empecé a sentir cansada todo el día y, cuando tuve que ir a donar sangre en el Hospital Sótero del Río para la operación de mi papi la enfermera que primero revisó la "calidad" de mi donación por medio de un pinchazo analizado en una máquina, se me acercó preocupada y me dijo " Hija, lamento decirle pero usted no está en condiciones de donar sangre, sus niveles de hierro están muy bajos y si llegase a donar sangre lo más probable es que le de anemia".... yo quedé PLOP. Sabía que andaba media decaída pero jamás se me pasó por la cabeza que mi dieta me podía dar anemia, por lo menos no tan rápido. Se suponía que con la cantidad de espinaca que estaba comiendo y de almendras estaría OK, pero claramente algo había hecho mal y ya no había tiempo de averiguar qué era. Al otro día mi suegra me preparó un plato de riñones al jeréz y dentro de tres días estaba nuevamente donando sangre sin ningún problema. Hubo otros intentos de comer menos carne pero me fue cada vez más y más difícil hacerlo teniendo presente el fantasma de mi "casi anemia". Por eso cuando veo videos como este me inundan muchas sensaciones positivas y cierta incertidumbre. Será ser vegetariana suficiente? Se puede ser pro animal si todavía se consume leche y huevos? Y qué hay de los zapatos u otros artículos de cuero?Tal vez no tengo que ser tan dura conmigo misma y si empiezo con algo chico será un mejor aporte que no hacer nada al respecto. Tal vez por eso muchos de nosotros fallamos en tantas cosas. Nos proponemos hacerlo todo bien altiro, pensando cambiar de un día para el otro sin vivir el proceso que implica hacer las cosas de una manera distinta y cómo le puede afectar al resto las decisiones que tomamos : relaciones, dietas, ejercicio, trabajo, etc. Tal vez no sería tan malo dejar esos deliciosos platos carnívoros que compartimos con nuestros seres queridos para ocasiones especiales.